‘Botox’ es un neuromodulador que relaja los músculos faciales, eliminando o atenuando las arrugas y dejando la piel distendida, tonificada, tersa; devolviendo toda su luminosidad a la cara tras la aplicación de pequeñas dosis.
Esto se debe a que inhibe la producción del neurotransmisor acetilcolina, responsable de la transmisión del impulso nervioso que origina la transmisión muscular. El tratamiento consiste en la aplicación subcutánea y directa en pequeñas dosis de un neuromodulador en la zona muscular donde se originan antiestéticas líneas de expresión como arrugas del entrecejo (glabela), arrugas de la frente y patas de gallo (arrugas periorbiculares). También se pueden tratar las arrugas peribucales (‘código de barras’) y la flaccidez del cuello. Es un procedimiento rápido, seguro, con resultados instantáneos y de gran impacto en su apariencia facial. Se puede utilizar en combinación con otros tratamientos médico-estéticos y quirúrgicos. Esta técnica no está recomendada en pacientes con enfermedades neurológicas, mujeres embarazadas o personas alérgicas a la albúmina, por lo cual siempre se realizará una entrevista clínica y examen físico completo por los profesionales sanitarios del centro.